¿Sabía que existen instrumentos financieros que no solamente protegen sus inversiones, sino que también las hacen crecer de forma eficiente? Los vehículos fiduciarios son herramientas que ayudan a las personas naturales o jurídicas con la administración de sus recursos, siendo mecanismos útiles para maximizar las ganancias y minimizar los riesgos.
¿Qué es un vehículo fiduciario?
Un vehículo fiduciario, o negocio fiduciario, es una estructura creada para administrar activos en beneficio de un tercero, conocido como fideicomitente y/o beneficiario. Este puede ser una persona, un grupo de personas o una empresa. Los vehículos fiduciarios se utilizan para una variedad de fines, como la administración de recursos con fines específicos, delegar tareas administrativas y de tesorería, planificación patrimonial, la gestión de inversiones y la protección de activos.
Dicho de otra forma, los negocios fiduciarios son actos de confianza en los que una persona, natural o jurídica, confía sus activos a una Sociedad Fiduciaria con un objetivo y una finalidad específica. Ahora bien, las Sociedades Fiduciarias son entidades de servicios financieros que están reguladas, autorizadas y vigiladas por la Superintendencia Financiera de Colombia.
La administración de recursos de tesorería a través de vehículos fiduciarios
La administración de tesorería se refiere a la gestión de las finanzas, incluyendo los gastos, las deudas y las inversiones, de una empresa o de una persona, con el fin de contribuir al uso eficiente de sus recursos. Es decir, es un elemento fundamental para garantizar la estabilidad financiera de las organizaciones y de los inversionistas.
Aquí es donde juegan un papel crucial los vehículos fiduciarios. Por ejemplo, pueden ayudarle a su empresa con la planificación, el control y la optimización de los flujos de efectivo y de las inversiones, de manera que siempre haya dinero disponible para cumplir con sus obligaciones financieras. ¡Imagínese a los negocios fiduciarios como un aliado para manejar sus finanzas!
A través de un vehículo fiduciario, como los Fondos de Inversión Colectiva (FIC), usted puede confiar la administración de sus recursos a una Sociedad Fiduciaria. Esta se va a encargar, por ejemplo, de proteger su dinero de los riesgos del mercado a través de la diversificación o de buscar los mejores rendimientos posibles por medio de inversiones bien gestionadas.
¿Qué modelos de administración de recursos hay en las Sociedades Fiduciarias?
Las Sociedades Fiduciarias son entidades especializadas en la administración de vehículos fiduciarios. Ofrecen diversos modelos de gestión de recursos, cada uno con características específicas que pueden adaptarse a las necesidades de las empresas y las personas. Según la Superintendencia Financiera de Colombia, existen cinco tipos de productos fiduciarios:
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Fiducia de inversión.
Es la administración de un capital o un portafolio de activos entregados por el fideicomitente (la persona que entrega sus recursos) para que la Sociedad Fiduciaria los invierta según las instrucciones impartidas por el inversionista en beneficio de él mismo o de un tercero designado por él. Esta gestión se ajusta al perfil de riesgo, al horizonte temporal y al régimen de inversión de cada persona.
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Fiducia de administración.
En este modelo, el cliente (fideicomitente) le entrega un bien o unos bienes a la Sociedad Fiduciaria para que los administre y desarrolle la gestión encomendada. Aquí se incluyen la administración de obligaciones financieras, la administración de titularizaciones o la administración de carteras, entre otros.
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Fiducia inmobiliaria.
Tiene como finalidad la administración de recursos y bienes relacionados con la ejecución de un proyecto inmobiliario. En este tipo de fiducias, las Sociedades Fiduciarias pueden encargarse de la administración de preventas de los inmuebles, la tesorería del proyecto o la inversión de los recursos mientras se cumplen las condiciones para el desarrollo del proyecto inmobiliario.
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Fiducia en garantía.
Se utiliza para garantizar que una obligación financiera se pague. Una persona (el deudor) transfiere sus bienes a una Sociedad Fiduciaria. Estos bienes se mantienen como «garantía» mientras se cumple la obligación que el deudor tiene con una entidad. Si el deudor no cumple con su obligación (por ejemplo, si deja de pagar la deuda), la Sociedad Fiduciaria tiene el derecho de vender los bienes.
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Fiducia con recursos del sistema general de seguridad social.
Se utiliza para gestionar recursos destinados a cubrir pasivos pensionales; es decir, las obligaciones financieras que las entidades tienen con sus pensionados. En este caso, una entidad, como una empresa, transfiere los recursos a una Sociedad Fiduciaria. Esta, a su vez, se encarga de administrarlos para garantizar los pagos de las pensiones.
En definitiva, los vehículos fiduciarios son herramientas útiles que facilitan la administración de los recursos de las empresas y de las personas. Ya sea a través de fiducias de inversión, administración, inmobiliarias o en garantía, estos instrumentos financieros ofrecen beneficios claves, como la diversificación y la protección de activos.
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